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El bloqueo global en respuesta al brote de coronavirus ha expuesto fallas fatales en el sistema monetario y financiero que ha dominado el mundo desde que el presidente estadounidense Nixon abolió el patrón oro en 1971.
Liberar al dólar de su esclavitud al oro esencialmente le dio al banco central permiso para imprimirlo como quisiera.
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En las décadas posteriores, y especialmente desde 2008, han hecho precisamente eso.
Los bancos centrales que han influido en la política económica del mundo occidental
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Los bancos centrales sostienen que sin la intervención de tasas de interés cercanas a cero y una oferta monetaria masiva, el sistema financiero global se habría derrumbado en 2008.
Tampoco suelen estar sujetos a las opiniones de los funcionarios electos.
Debido a esta forma de pensar, los banqueros centrales son libres de aplicar casi cualquier política que consideren apropiada. Lo mismo ocurrió durante la crisis financiera de 2008.
Sin embargo, este exceso de oferta de moneda causó enormes daños. Hubo una inflación sin precedentes en los precios de los activos y la desigualdad social se disparó.
Las personas que son lo suficientemente ricas como para poseer activos han visto su patrimonio neto explotar desde 2008. Por otro lado, las personas que apenas sobreviven con un salario no tuvieron más remedio que ver cómo el valor real de sus ingresos se desplomaba en comparación con antes.
Odiamos decirlo, pero esta tendencia continuará sin importar quién sea el ganador final de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Es prácticamente seguro que un gobierno obstruido y disfuncional obligará a los bancos centrales a intervenir una vez más para llenar el vacío. Ésta es la realidad a la que nos enfrentamos.
La inflación permanente de los precios de los activos es una consecuencia inevitable de la política monetaria actual, y los bancos centrales seguirán manteniendo su dominio a través de un sistema que crea deuda excesiva.
A medida que este problema continúa prolongándose, la demanda de los inversores de activos seguros como Bitcoin y el oro seguramente aumentará en los próximos meses.
Por qué Bitcoin es mejor que el oro
En el caso del oro, un aumento del precio conduce inmediatamente a una expansión de la oferta. Por ejemplo, los altos precios del oro significan que se extraerán minerales de menor ley cuya extracción antes no era económica. Y el aumento resultante de la oferta afecta naturalmente al aumento del precio del oro.
Pero Bitcoin no funciona de esa manera. Hay un límite de suministro establecido en la cadena de bloques. Sólo se pueden suministrar 21 millones de BTC independientemente del precio o las condiciones del mercado.
¿Qué sucede si la demanda de inversión aumenta pero la oferta permanece fija? Los precios se disparan. Este es el aspecto más básico de la economía.
Esto también explica por qué el mercado de las criptomonedas es capaz de experimentar un aumento exponencial en forma parabólica. Sin embargo, la situación continuará con repetidas caídas y rebotes, superando máximos históricos.
Sobre todo, cada vez que estalla una burbuja de criptomonedas, su valor real no vuelve a su nivel anterior. La razón es que cada vez que una burbuja continúa, nuevas personas ingresan al mercado de las criptomonedas y muchas de ellas nunca abandonan el mercado.
La industria de las criptomonedas crece atrayendo gente durante los mercados alcistas y consolidando y ampliando la infraestructura durante los mercados bajistas.
Por supuesto, a medida que más personas intentan aprovechar el sentimiento del mercado, se prepara el escenario para un aumento parabólico.
Mientras los bancos centrales mundiales se ciñan a sus políticas actuales, este movimiento continuará.
Debido a esto, creemos que es mejor invertir algunos de sus ahorros en Bitcoin y en las acciones mejor calificadas de Weiss Ratings.